A mí no es que me gusten mucho los perritos calientes, y es verdad que la forma de hacerse es poco agradable, pero no es cierto que “por comerlos te de el cáncer más grande que pueda existir”. Es verdad que la Organización mundial de la salud ha puesto las carnes rojas y procesadas entre posibles cancerígenos. Pero como miles de cosas a las que estamos expuestos. Y no pretendo relativizar, pienso que hay que comer sano y no hacerlo trae consecuencias negativas, pero de ahí a decir que un alimento da o quita el cáncer hay un trecho.
Expliquemos por qué las conclusiones de este artículo no son ciertas. Y es que tergiversa malintencionadamente este estudio hecho en el 2005 en el que relacionaban el consumo de carnes procesadas con un aumento de la probabilidad de sufrir cáncer de páncreas. Y es que dice: “consumir este tipo de alimento incrementa el riesgo de ser víctima aproximadamente en un 60 a 70 %.»
No, eso no es lo que dice el estudio. Dice que la diferencia en la probabilidad de sufrir cáncer de páncreas entre los que comen muchísima carne procesada (hot dogs o bacon) a comer poca es de un 60 %. Pero el aumento de probabilidades es un 1,68.
Entiendo que para la mayoría de la gente este es un concepto difícil de entender. Para mí lo era no hace mucho. Pero la verdad es que 1,68 es muy poco si se compara con otros compuestos cancerígenos legales como el alcohol, el tabaco o el glifosato (un herbicida).
A lo mejor si vemos cómo se ha hecho el estudio se entiende mejor. Se hizo un seguimiento de 200 mil personas durante 7 años, de las que solo 482 sufrió cáncer de páncreas. ¡Eso es un 0.2 %! ¡Es más probable morir por un rayo que por cáncer de pancreas! No sabemos cuántos murieron por cierto. De esas 482 personas que sufrieron cáncer de páncreas, 59 eran de los que menos comieron carne procesada (no necesariamente hotdogs), y 110 comían mucho más. Pero además, la diferencia viene entre comer poco, o comer algo. Ese es el aumento, ¿me explico?
Lo más importante viene ahora: Si lo comparamos con la mayoría de la gente, con las 200 mil personas estudiadas, el porcentaje de gente que sufrió cáncer comiendo poca carne era de 0.029%, mientras que los que comían más carne era 0.055. 50 personas más de 200.000. ¡Insignificante!
Comiendo mucha carne es más probable que te vuelvas gordo, pero no que te de cáncer de páncreas. ¿Y qué pasó a las restantes 195900 personas? Pues que comieron perritos calientes y no sufrieron cáncer de páncreas, como la mayoría de la gente. Si analizáramos la probabilidad de NO sufrir cáncer si se comen hot dogs concluiríamos que los hotdogs protegen del cáncer, algo sin sentido ¿verdad?
Después el artículo tiene su sección del humor:
- Hot Dog, el alimento que causa el cáncer más grande. ¿El más grande? ¡No, el más gigantesco!
- En Estados Unidos según estudios, en época de verano el perro caliente es consumido por aproximadamente siete mil millones de personas. 7000 millones de personas viven en EEUU, ¿más que en el mundo entero y China juntos?
Por favor amigos, comer sano significa comer variado y disfrutar comiendo. Si os gustan los perritos, no os cortéis. 😉