Este texto es la Actividad 4 de El Universo a grandes rasgos.
QUÉ ENTIENDO YO DE COSMOLOGÍA
Si algo define o diferencia al ser humano del resto de especies, incluidas las de primates superiores es el pensamiento abstracto, la conciencia del individuo de sí mismo y del grupo, y la filosofía, preguntarse el origen de lo que le rodea, la naturaleza y del individuo mismo. Soy de los que opinan que la ciencia no es otra cosa que el preguntarse el por qué de las cosas, una explicación a los ciclos de la naturaleza, y además de esa curiosidad “innata”, la necesidad de adaptarse (y durante el capitalismo controlar) esos ciclos naturales. ¿Pero no es eso al fin y al cabo también la teología? ¿O si queremos la espiritualidad?
Por ello, tal como decía Steven Jay Gould en Ciencia vs Religión: un falso conflicto, la religión monoteista, la católica en concreto, ni digamos la islámica; no ha estado realmente en conflicto con la ciencia y es más bien un conflicto inventado durante la ilustración. Gould describe los motivos reales por los que Galileo se retractó, que no eran porque la iglesia no aceptara la teoría heliocéntrica sino que le pedían que lo expusiera como una hipótesis matemática. O el mito de que Colón tuvo que convencer a la iglesia de que la Tierra era redonda cuando eso no estaba en cuestión y Colón estaba equivocado con el verdadero diámetro de la tierra, que es lo que los geógrafos (eclesiásticos como todo intelectual de la época) discutían.
Cuanto más consciente de la naturaleza es el ser humano, más necesidad tiene de entender, predecir, adaptarse y consolarse por no hacerlo. Si entendemos la ciencia primigenia como ese intento de comprender la naturaleza, podemos concluir que va íntimamente ligada a la espiritualidad. Lo que se viene llamando epistemologías de los pueblos originarios, tan respetables y fructíferas como la mejor de las universidades contemporáneas por mucho que muchas de sus explicaciones sean imprecisas. La superioridad de la que presume la academia occidental frente a otras formas de interpretar el mundo es la otra cara de la moneda del racismo visceral de aquellos que solo pueden explicar la construcción de las pirámides con la venida de culturas extraterrestres. ¿Y es que no fueron por y para semidioses por lo que se construyeron? Es el esoterismo lo que permitió e impulsó el desarrollo de esa técnica asombrosa para nuestros ojos actuales.
La ciencia como la entendemos ahora no es más que el producto cultural de un brevísimo periodo de tiempo de la historia humana, y si ponemos en cuestión el mito del progreso no necesariamente el periodo más racional visto la incapacidad que tenemos de parar nuestra propia autodestrucción.
Con todo esto pretendo decir que no se puede separar la espiritualidad y el pensamiento mágico de la razón y la ciencia cuando nos preguntamos por el origen del universo. Después, explicar que esas luces en el cielo son ogros muertos (Shrek) o procesos de fusión nuclear a millones de kilómetros, depende de la necesidad social y cultural que se tenga de la calidad epistemológica de esa respuesta. Evidentemente el capitalismo necesita que los cohetes y las cabezas nucleares caigan en su sitio (y no en Palomares) y maten a los niños del vecino y que no sean blancos. Para ello necesita de una ciencia con una gran calidad epistemológica, que es lo que la hace más peligrosa (Manuel Sacristán).
Pero el origen de la ciencia y la religión es el mismo, nuestra necesidad imperiosa y espiritual de darle una explicación más o menos acertada al universo que nos rodea.
Ciencia mundana 