Pasaporte COVID, polarización y autoritarismo

Este es el guion que utilicé para el programa de la Galería de EiTB el 19 de diciembre.

Lo podéis escuchar aquí.

Estoy preocupado, vivimos tiempos donde el autoritarismo avanza muy rápidamente, y aparecen conceptos como eugenesia, la pérdida de libertades y derechos fundamentales son vendidos como avances. Y en medio de esto está la ciencia.

https://www.bmj.com/content/375/bmj.n2635/rr-80

Una revista médica muy prestigiosa, BMJ, British medical journal, la prestigiosa revista médica británica, escribía, sus editores, esta semana una carta pública a Mark Zuckerberg, el dueño de Facebook, ahora llamado META. Resulta que Facebook impide que sus usuarios compartan un artículo de esa revista, BMJ, donde se exponía que Ventavia, la empresa que le hace los ensayos clínicos a Pfizer, tenía unas prácticas “muy pobres, que podían afectar a la integridad de los datos y la seguridad de los pacientes en esos ensayos clínicos con la vacuna COVID”. La FDA no quiso ver las pruebas de esas malas prácticas. Cuando la gente intenta compartir en Facebook este artículo científico, revisado por pares, Facebook las elimina o las etiqueta como desinformación. Incluso etiqueta a la revista científica BMJ como un blog de noticias.

Meta (Facebook) tiene el poder de decidir qué es verdad, qué es merecedor de ser publicado y qué no. Y esto es un gran problema. Otro ejemplo de este autoritarismo es el vídeo viral de Malone.

Robert Malone es un científico de los 1ºs en los 90 en encapsular el ARNm para hacer algo parecido a la terapia génica. Pero fue un fracaso porque ese ARN era demasiado parecido al de las células y estas lo degradan muy rápidamente. Han pasado décadas y cientos de investigadores, él no creó un carajo, hasta que se ha podido desarrollar tanto un ARN modificado para que las células no lo hagan pedacitos en segundos, como para que esté encapsulado en unas vesículas que sean capaces de entrar en las células. La revista Time y otros premios no han reconocido el trabajo de Malone en el desarrollo de la vacuna.

Entonces él hace un vídeo diciendo una serie de cosas como:

Dice que la proteína S, la de la espícula, que es la que expresa el ARNm de las vacunas de Pfizer y Moderna, es tóxica y provoca daños irreversibles a los niños que reciben esta vacuna. Sin embargo, él dice estar vacunado, que no está en contra de la vacunas sino de que se vacune a los niños. No solo no hay ninguna evidencia, sino es que no tiene ningún sentido que en los mayores de 12 años no estén habiendo más efectos secundarios que en los adultos, y sin embargo que esta vacuna tóxica solo para niños. Lo que hacen esas vacunas es enseñarle la proteína viral espiga o espícula al sistema inmunitario. No hay reseteo inmunitario sea lo sea eso signifique. Y una serie de barbaridades más. Y claro, el que alguien de su autoridad diga esas cosas, como el inventor de la PCR, Kary Mullis, que dice que el virus del HIV no existe, pues hace que mucha gente esté como poco confusa.

Entonces tanto páginas de lo que ahora se llama Fact checking, o otros divulgadores científicos como Alfredo Corell dicen que “estas vacunas han pasado todos los controles de seguridad y eficacia”.

Si ven también el vídeo de Alfredo Corell que pondré en redes

ambos dicen basarse en la ciencia, tanto Malone, como Corell como Newtral. Aquí todo el mundo se basa en la evidencia. Como si fuese la Virgen María y la santísima trinidad. ¿Qué es la evidencia? Es que yo tengo la evidencia más larga que la tuya.
Si estamos viendo importantes problemas de credibilidad en los datos que vienen de las farmacéuticas como Pfizer.

Tanto en la vacunación de niños, como en la la 3a dosis, está habiendo más propaganda que certezas. La comunicación científica se ha convertido en propaganda, y eso está llevando a una polarización muy peligrosa. Porque claro, quién tiene razón, Robert Malone o Alfredo Corell… bueno, yo sé que la mayoría de los argumentos de Malone son falsos. Pero ambos tienen algo en común, recurren al argumento de autoridad: “yo soy el creador del ARNm”, soy inmunólogo, biólogo molecular, etc. O la ciencia, la evidencia dice… Y ninguno, y sobre todo páginas como Newtral, se atreven a decir, como sí hemos intentado en nuestro espacio, que esto no es una pandemia sino una sindemia, o sea que hay otras enfermedades, patologías, y sobre todo determinantes sociales: los pobres se contagian más, se vacunan menos y mueren más que los ricos. O trabajar la cuestión de la incertidumbre, de que hay más grises que blancos y negros. Que hay cosas que no sabemos, que la ciencia no puede dar certezas la mayoría de las veces.

Y esto me lleva al dichoso pasaporte covid.

Es un desastre desde el punto de vista epidemiológico y comunicativo. Hace un año no podíamos pasear sin mascarilla y la Ertzainza nos multaba, pero podíamos estar en un bar bebiendo sin ella. Ahora resulta que son los establecimientos de ocio donde nos contagiamos. En el San Mamés no, ahí pueden entrar 50000 personas, pero en las cabalgatas al aire libre sí, las prohíben, pero hacen actos cubiertos. Escuchaba 5 minutos la tele y veo a JuanMa Moreno diciendo: “El único espacio seguro se consigue con el pasaporte COVID” para a continuación decir que el presidente de Asturias está confinado con síntomas, vacunado por supuesto. Pero a ver, el presidente de Asturias podría haber entrado o no a un bar, sí! ¿por qué en el periodismo hay esa disonancia cognitiva? Es que nadie le va a preguntar a Urkullu: presidente, si los vacunados también se contagian, qué sentido tiene permitirles cantar villancicos en un restaurante?

Intentan de manera coercitiva, convirtiendo a los camareros y demás trabajadoras de la hostelería en policías, pidiendo documentación privada, vulnerando derechos fundamentales como la privacidad y la elección terapéutica sin ninguna evidencia científica.

Nos dijeron que con el 70 % de la población vacunada íbamos a conseguir la inmunidad de grupo, sabían que estaban mintiendo, muchos lo dijimos. Con estas vacunas y con un virus respiratorio no puede haber inmunidad de grupo y tanto los vacunados como las personas que lo han pasado pueden seguir siendo contagiados y contagiosos. Mintieron y siguen mintiendo a la población diciendo que los niños se tienen que vacunar para proteger a sus mayores, y que con un código QR (verdadero o falso que de todo hay) ya puedes beber y cantar villancicos que no eres contagioso. Y eso es mentira. Solo hay que ver las tasas de contagio.

El pasaporte es discriminatorio, hay muchísima gente en País Vasco que no tiene ni los conocimientos ni los medios para usar el QR. Conozco gente vacunada que por no tener derecho a la tarjeta sanitaria (estudiantes extranjeros por ej.) no tienen acceso al código. Y así podría enumerar un montón de problemas técnicos con el pasaporte. O sea, ni es justo ni funciona.

Lo que sí es verdad es que la vacuna funciona muy bien en reducir hospitalizaciones y muertes. O sea, que esta vacuna principalmente es para protegerse a uno mismo, y a eso no puedes (y sobre todo no debes) obligar a la gente, porque se rebota, y se cree a Malone; o al cada vez más ruidoso movimiento contra las vacunas COVID, que no llamaría yo antivacunas.

Y en la otra cara de la moneda hay mucha gente haciendo apología de la inmunidad natural, que en mi opinión es una forma de eugenesia, que se mueran los débiles.

Lo que sí es verdad, de lo que sí hay evidencia, y por motivos ideológicos se oculta y tergiversa es que la AP y los rastreadores está desbordadas. En Euskadi la red de rastreo detecta menos del 30 % de los casos. La OMS recomienda que la positividad esté por debajo del 5 % y en Euskadi está por encima del 13 %. Llevamos desde marzo de 2020 con el mismo problema. El gobierno vasco ha despedido a 4000 sanitarias, al 90 de las rastreadoras.

No se ha agilizado el proceso de bajas. Están haciendo tests de antígenos metiendo superficialmente el hisopo a los bebés que han estado en contacto con cuidadoras positivas. Les dicen que tienen que estar confinados sin dar ninguna ayuda al menos burocrática a los progenitores, no hablemos de baja. A otros niños les hacen la PCR de saliva. Los confinan, no llama Osakidetza en una semana, ni rastreadores ni nadie, obligan a los progenitores a llevar saliva sin que la criatura pueda salir. ¿Qué hacen familias trabajadoras? Con quién se quedan lo críos? Y las monoparentales?

Maltratan a los y las sanitarias: Navarra suspende permisos y vacaciones de navidad al personal sanitario.

Y ahora no hay tests de antígenos porque los hemos estado vendiendo a Alemania!

Están intentando hacer obligatoria la vacunación por la puerta de atrás. El otro día le dijeron a mi madre que se tenía que poner la 3a dosis, y ella le dijo que prefería esperar. Le dijeron que entonces no tendría pasaporte covid. Eso significa que no puede venir a ver a su nieto o irse de vacaciones. Eso no puede ser. Mis padres han estado confinados con síntomas esperando hasta una semana a que alguien les llamara, un rastreador, sin médico de atención primaria… y ahora le chantajean con una 3a dosis de dudosa eficacia. Lo que es raro es que aún tengamos un 90% de vacunados.

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