Epistemología y cultura científica_Tarea 3 – Causalidad genética

La tercera tarea de la asignatura del máster de cultura científica consiste en explicar si el texto de Sober: “El significado de la causalidad genética” (en el original está titulado casualidad, un grave error de la traducción y edición) “ayuda a entender y poder adoptar una posición más fundada ante problemáticas sociales y éticas que se nos presentan en la actualidad ante el avance de las ciencias biomédicas.”

El texto de Elliot Sober tiene importantes errores biológicos, puede ser porque el texto tiene casi 20 años o porque el autor no tiene formación en biología, pero los trataré al final ya que no es el propósito de este trabajo. 

Manuel Sacristán decía en sus reflexiones sobre la relación entre ciencia y tecnología que era precisamente la buena ciencia, su gran calidad epistemológica, lo que aumentaba su poder destructor. Como reflexioné hace algunos años, Sacristán estaría más pensando en disciplinas como la física y aunque mencionó explícitamente la ingeniería genética, poco podía saber del devenir de esta ciencia en los siguientes decenios. Y es que, en mi opinión, lo que hace peligrosa a la biotecnología, es, al contrario, su pobre calidad epistemológica. 

Esta pobreza, entre otras razones, deviene de la dificultad en entender, y por tanto controlar, la relación entre genotipo y fenotipo. El determinismo genético sigue sesgando la investigación biotecnológica incapaz de superar que el fenotipo es una suma de genotipo y ambiente. Y así, casi 20 años después del texto de Sober, se siguen publicando investigaciones gracias a la ingente capacidad de secuenciación genética, algunas como esta que señala a la comunidad homosexual y la pone en peligro, que culpan a la genética de la infancia de ser maltratada por los adultos, y así infinidad de artículos con una agenda eugenésica. 

Por otro lado, esa biotecnología impulsada principalmente por motivos mercantiles promueve el que todo lo que pueda hacerse sea hecho. Así, al menos dos niñas han nacido en China modificadas genéticamente por CRISPR. Con apoyo de la academia occidental aunque luego se rasguen las vestiduras por semejante oprobio. Más allá de la ética detrás de modificar genéticamente embriones humanos cuyas modificaciones son germinales, está el sesgo determinista de creer que la modificación del receptor CCR5, supuesta vía de entrada del VIH a las células, no iba a tener otras consecuencias fenotípicas. Ahí está el sesgo determinista. 

No deja de ser llamativo que Sober utilice como ejemplo la terapia génica contra la ICG, inmunodeficiencia combinada grave, que se prohibió porque induce leucemia. De nuevo, mala epistemología. Incapacidad de entender la complejidad no necesariamente genética de los procesos celulares. 

Me gustaría también ver la referencia científica a esa terapia génica para curar una hipercolesterolemia familiar. Me he dedicado durante años a investigar la relación entre cáncer y colesterol y nunca había leído sobre esa investigación. 

Por otro lado el texto se queda muy corto en su crítica al racismo genético, a pesar de citar el libro de Lewontin contra el racismo biológico. Sin embargo, su crítica al concepto de fenotipo superior es acertadísima y muy necesaria hoy día. También el hecho de que la variabilidad genética no siempre explica la fenotípica porque algunos genotipos “influyen en algunos contextos y no en otros”. Su tibia crítica a la explicación genética de la “inteligencia” es también necesaria hoy día. Sin embargo, tal como desarrolló anteriormente Lewontin, el concepto inteligencia medido mediante los IQ es muy débil y vago. Escribe: “si algunas intervenciones pueden evitar cierto tipo de retardo mental”. ¿Intervenciones genéticas? ¿Pueden? ¿No será pudieran? ¿Puede existir una intervención genética que evite un retardo mental?

No sólo habría que definir el concepto inteligencia, habilidades intelectuales imposibles de comparar entre poblaciones humanas, sino que el mismo concepto Gen en todo el texto es ambiguo, más idealista que materialista. Y es que cuando se utiliza la palabra gen es más para hablar de heredabilidad que de una determinada secuencia de nucleótidos que con un poco de aliño ambiental lleva a un determinado fenotipo. 

En mi opinión el concepto gen sigue estando por definir, o concretar, más con los últimos descubrimientos en la heredabilidad epigenética, la regulación metabólica (no genética, estequiométrica) de procesos celulares, y sobre todo con la teoría de las propiedades emergentes. 

A continuación unas notas críticas a la biología del texto de manera esquemática: 

  • Utiliza “padres” todo el tiempo para referirse a progenitores. Es bastante feo y carca. 
  • Decir “entorno” o “ambiente” frente a genes es no decir nada. Es un saco para meter lo que no entendemos. 
  • No lo entendemos por nuestro sesgo reduccionista. 
  • Dice: “Los dos papeles desempeñados por los genes son la herencia y el desarrollo”. El ADN sigue siendo transcrito durante toda la vida del organismo y además se sigue recombinando y mutando, silenciando epigenéticamente, etc. 
  • La transcripción es un elemento más de la función celular con multitud de capas de complejidad y modificaciones postranscripcionales-postraduccionales.
  • Dice que saber qué genes contribuyen a qué rasgos permite a las “personas” (sic) controlar los genes que transmiten de padres a hijos. Eso es determinista. Hay pocos genes que determinen unos rasgos y de esos ejemplos se ha generalizado. Desde luego lo intelectual, emocional, y demás rasgos de la personalidad no están entre ellos porque no dependen ni de los genes ni del ambiente, sino de propiedades emergentes que tienen que ser estudiadas sin las gafas reduccionistas. 
  • Los genes que pone como ejemplo son de rasgos-enfermedades monogenéticas. 
  • Los genes no son fábricas de nada, ni siquiera funciona como metáfora. 
  • A qué se referirá con el “conjunto de antígenos”. O desconoce el funcionamiento del sistema inmunitario o se refiere a diversidad de anticuerpos y no a antígenos. 
  • Los experimentos de varianza son teóricos. En la práctica es prácticamente imposible controlar las variables ambientales. 
  • La interacción genotipo-ambiente lo plantea de manera aritmética, cuando no son procesos lineales, sino de caos determinista. (Brian Goodwin)
  • Es tecnooptimista: “la ética nos impide clonar seres humanos”. El problema era también técnico y epistemológico. Al menos hacerlo de manera efectiva, aunque se han dado muchos pasos en la transferencia nuclear. 
  • La anemia falciforme no es únicamente una afección causada por homocigosis de un gen recesivo, sino que la heterocigosis puede causar síntomas en determinadas condiciones ambientales. 

Deja un comentario